Parece increíble que mi generación consiguiera coger el gusto a la ciencia. Ahora recuerdo con añoranza algunas clases tediosas en las que ciertos profesores no paraban de hablar durante una hora seguida, y en la que muchos de nosotros, me incluyo yo, volábamos hacia otros mundos más atractivos, como la salida del fin de semana o el partido de baloncesto en el que habías visto jugar al chico que te gustaba. Menos mal que apareció Jesús Vila en mi vida, aquel hombre alto (a mi me parecía mayor) y con cara de empollón, que con su carrera de Físicas recién terminada vino al colegio a darnos clase. Su forma de enseñar aunque tradicional era muy de andar por casa, no tenía ningún medio para explicar salvo una tiza y una pizarra, no disponía de laboratorio, ni jamás tuvo la oportunidad de llevarnos a ninguna excursión. Era novato. Sin embargo consiguió despertar en unos cuantos de la clase la pasión por aprender ciencias. Recuerdo que cuando hacíamos algún problema mal nos llamaba “animal de bellota”..... y, ¡que curioso!...lejos de ofendernos nos estimulaba. En concreto yo, le agradeceré toda la vida que me mostrara ese mundo fascinante que más tarde se transformó en mi profesión.
Esto que os he contado viene al hilo de la clase de hoy. Hemos visto diferentes recursos para innovar en la clase de física y química. En concreto un video sobre una forma de enseñar química a través de la danza y el teatro : “THE CHEMICAL PARTY”. Los chicos representaban cada uno a un átomo de un elemento químico y después se iban uniendo entre sí para formar moléculas. Todo ello aderezado con música y baile. Muy interesante.
Después Jose nos ha hablado de un Proyecto de innovación que implantó en el Instituto de Renedo “LA CIENCIA SALE DEL LABORATORIO”, en el que, entre otras actividades, los chicos explicaban experimentos de física y química al resto del instituto en el patio del recreo, o participaban en concursos de preguntas estimulados por un premio final. En mis tiempos, yo con esto hubiese alucinado.
Finalmente hemos hablado de los museos como recurso complementario a las clases en el aula. Muy a tener en cuenta museos como los de la Caixa de Barcelona y Alcobendas, en los que se organizan talleres para los chicos y los profesores, exposiciones temáticas temporales complementando a las exposiciones normales, y conferencias como medio de divulgación científica.
Frente a los museos tradicionales, basados en exposiciones de animales disecados o paneles explicativos acerca de algún tema concreto, es decir de información unidireccional, estos nuevos museos permiten que los chicos aprendan interactuando tanto con el material de la exposición como con los profesionales de los talleres. En definitiva, que son unas buenas clases impartidas por expertos, pero fuera del aula.
Yo os puedo contar mi experiencia como madre de dos hijos de 8 y 11 años en distintos museos de la ciencia. En el de Londres, de estilo tradicional, los niños disfrutaron enormemente con los insectos y animales disecados, realmente eran impresionantes. Pero lo que más llamó su atención fue un gigantesco dinosaurio que se movía y rugía como uno de verdad. Por supuesto, cuando pasamos a salas en las que se trataba de dar a botones de máquinas que no entendías muy bien el objetivo de las mismas, sólo querían irse de allí. Eso también nos ha pasado en numerosos museos de interpretación de la naturaleza que hay por España. Si hay que dar a botones se da, pero lo que es interés y aprender: cero. También hemos estado en el Museo de Ciencia de Valencia, y les interesaron mucho unas películas acerca del universo que se proyectaban en 3D, lo de ponerse las gafas les encanta. También había una obra de construcción en pequeño, con grúas, ladrillos, carretillas...., el objetivo era construir un edificio y pra trabajar se tenían que poner buzo y casco.. bueno, con esto estaban encantados. Pero después al ir a la exposición interactiva se aburrían otra vez con el tema de los botones.
Sin embargo, este verano fuimos a Futuroscope, un Parque Temático que hay en Francia en la ciudad de Poitiers, y os puedo asegurar que salieron entusiasmados. Yo también. Considero que es un buen sitio para que los chicos aprendan ciencia a la vez que se divierten. Algunas atracciones que hay no utilizan energía eléctrica sino mecánica, es decir que tienes que dar tú a la manivela del tiovivo o de la montaña rusa ,o pedalear para que el automóvil funcione. Hay muchos espectáculos de divulgación científica, y por la noche uno de luz y sonido sobre un estanque que es espectacular. Para tratar el tema de la energía es un sitio que considero muy interesante. Eso si, te lo tienes que llevar preparado.......Aquí os dejo el enlace por si os interesa. http://es.futuroscope.com/.
Después de ver estas herramientas y métodos de innovación educativa , fantásticas todos ellas, o al menos a mi me lo parece, me pregunto........... ¿si Jesús Vila y por lo tanto yo, hubiésemos tenido la posibilidad de acercarnos a la ciencia de esta manera, los resultados serían los mismos?. Cabe hacerse esta pregunta porque en mi opinión la verdadera innovación está dentro de cada profesor, en su capacidad de llegar, de ilusionarse con lo que cuenta, de moverse por el aula, de observar y de adaptarse a las necesidades de cada alumno, y si encima dispone de todas las herramientas que hemos visto, el resultado puede ser muy bueno.
Y ahora vengo yo a poner un poco de sal en la herida del sistema educativo actual.........¿Por qué cada vez menos alumnos estudian ciencias si disponemos de más medios e información que nunca?.
Ahí dejo eso...
SILVIA LÓPEZ
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