DIARIO DEL PRACTICUM
22 de febrero de 2012
Hoy es mi primer día en el instituto. Es una primera toma de contacto para conocer las instalaciones y el funcionamiento. Aún así, la dirección me presenta a un montón de profesores.
Positivo: La fuerza de los chicos. El instituto representa la vida. Proyectos de personas adultas en plena efervescencia emitiendo energía por cada poro de su piel. Este ambiente hace que te sientas vivo, me encanta.
La dirección se compromete con el centro, aunque ve que de algún modo no puede cambiar ciertas cosas y el esfuerzo y la lucha no se ve del todo recompensada.
Todos los compañeros me acogen muy bien y me ofrecen su ayuda para lo que necesite. Tengo mucha suerte. Veo profesores involucrados en la tarea docente. Me alegra.
Negativo. En conversaciones observo la desilusión en algunos otros. No saben cómo motivar a los alumnos. Me sorprende oír a alguno hablar de algún chico con calificativos peyorativos, e incluso con un insulto. Me entristece. Sin embargo veo que se preparan actividades tendentes a fomentar el interés . No hay que darse por vencido.
Me sorprenden los malos resultados del primer trimestre :¿Qué puede estar fallando en nuestro sistema?.
Mañana será otro día.
23 de febrero de 2012
Hoy he asistido a una clase de Diver. Estos chicos son felices, parecen buena gente. Se llevan muy bien entre ellos y con el profesor. Hay respeto en ambas direcciones. Nada de tensiones, sino todo lo contrario. El profesor controla bien al grupo. Todos están a gusto. Hablando con los chicos me llama la atención uno que dice que ellos son la basura del instituto. Es evidente que este chico se siente diferente al resto . ¿No será esta manera de separar excluyente?. No sé. Todo es difícil pues creo que pertenecer a diver les marca profundamente.
Hoy he visto otros docentes estresados y quemados. No con desidia sino sin perspectiva, cuando estás dentro del meollo no ves el bosque, hay que salir para darse cuenta.
24 de febrero.
Clase con bachillerato. El profe tiene a la clase en el bolsillo. Están contentos y atentos. Participan y tienen interés. Hay respeto en ambas direcciones. Buen clima, es una clase relajada, no hay tensiones.
A lo largo de la mañana hablo con otros profesores. Detecto preocupación por los alumnos en algunos docentes. Sin embargo oigo palabras malsonantes en otro refiriéndose a un chico. Es una pérdida de perspectiva. No podemos ponernos al nivel del alumno. Considero que es fruto del cansancio mental. Para enseñar a los alumnos a respetar primero tenemos que respetarles nosotros.
Conclusión de esta etapa inicial:
1.- Entusiasmo con mi toma de contacto. Esto me gusta.
2.- El docente relajado y que respeta a sus alumnos domina la situación y a la clase. El docente quemado aunque tenga buena intención entra en una espiral de la que es difícil salir. No controla los modos ni el vocabulario que emplea, ni las consecuencias que esto tiene.
3.- Cuando seamos docentes tenemos que ser autocríticos, el fracaso en la clase puede fomentar el rencor hacia el alumno, y eso se debe evitar a toda costa.
4.- Hay que utilizar el cariño y el refuerzo positivo con el alumno que tiene problemas. No somos jueces, dentro de clase tenemos que educar. Ellos son niños y están aprendiendo a vivir.
BALTORO
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