martes, 13 de marzo de 2012

Os cuento mi experiencia...

Bueno pues después de dos semanas, ya es momento de que os cuente mi experiencia en el instituto. Yo estoy encantada!. Aún no estoy dando clase, aunque si que mientras que los alumnos trabajan por su cuenta yo les explico cosas o les resuelvo dudas, vamos pequeñas cosas... pero por lo demás estoy participando en un montón de actividades.
Comencé con una llegada un poco intensa, con varias aperturas de expedientes disciplinarios y un inicio de protocolo para dos supuestos casos de acoso escolar. He asistido a reuniones de departamento, tutores, CCP, un par de claustros, reuniones de biblioteca,... vamos un montón. Y además, asisto a clases de dos profesores con los que estoy encantada. Eso sí, el resto de profesores de mi especialidad se muestran reacios a que asista a sus clases, asi que me temo que me voy a perder ver clases de otros niveles y también de tutoría. Pregunto, ¿cuál puede ser la causa?.
Pronto empezaré a trabajar con los alumnos en dos proyectos que aunque diferentes, a mí me resultan innovadores e interesantes, así que por ahí, irán mis propuestas de innovación.
Como digo, el trato genial, no tengo ninguna queja, pero si es cierto que, como alguno de vosotros, ya me he ido dando cuenta de algunas cosas, como:
       - La división "notoria" de los profesores. Básicamente hay dos grupos, profesores vocacionales, motivados y entusiastas con su trabajo, y profesores que lo mismo están dando clase como podrían estar poniendo ladrillos o vendiendo seguros. Vamos que estos últimos, van a trabajar, pero nada más. Me explico: he conocido a un profesor que aún con muchas tareas y responsabilidades en el centro, aún se ofrece voluntario para ayudar a preparar a alumnos en pruebas de acceso a ciclos, mientras que otro considera que dedicar más de una hora a la orientación académica y profesional en su hora de tutoría es perder el tiempo.
     - Además existe un grupo que considera que los alumnos saben muchas más cosas que lo que sabían ellos a su edad, o por lo menos, cosas más útiles, uno de ellos dice "es lo que pienso cada mañana cuando me comparo conmigo mismo", mientras que otros aseguran que "salen de la ESO sin saber hacer una regla de tres, esto cada vez está peor". De hecho, hoy he participado en una actividad en la que he visto trabajar a los alumnos como no lo han hecho en otras clases a las que he asistido. Tal vez no era un trabajo demasiado valioso, pero si lo ha sido su voluntad. Retiro lo anterior, ha sido valioso desde el momento en que no habían recibido ninguna orientación por parte del profesor. Sin embargo, el profesor no ha hecho nada más que quejarse ("son alumnos poco trabajadores", "no son muy buenos", "el trabajo que han hecho es muy pobre",...). Me ha pedido que les ayude a enriquecer sus trabajos (desde las asignaturas del departamento en el que yo estoy, cosa que dudo que pueda hacer, aunque lo intentaré) e incluso me ha dicho que si no me he planteado darle una vuelta a esto de dedicarme a la educación.
   - Y también he conocido a un profesor quemado, que en un comentario con otra profesora le dice que una alumna ha gritado en clase "es que es un viejo choco al que se le va la cabeza" (dirigiéndose a él) y su respuesta ha sido "se me va la cabeza, pero no el oído", algo que cuenta con verdadera tristeza y desilusión por su profesión.
   Bueno como podéis ver, un poco de todo, supongo que como os pasa a todos. No deja de ser la vida misma. Precisamente es lo que quería ver. No un mundo idílico pintado en un libro, sino la realidad. Y poder, al final de mis prácticas, responder a las preguntas de si realmente están los alumnos preparados o no, si un buen docente deja de serlo por culpa de sus alumnos, por cansancio, por falta de instrumentos pedagógicos o por falta de vocación y, sobre todo, si sigo estando segura de que es a esto a lo que me quiero dedicar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.