Me incorporo tarde, al blog, pero prometo enmendarme. Es lo malo de tener muchos frentes abiertos, el que mucho aprieta poco abarca.  

Ultimo día antes de las Vacaciones de Semana Santa, hoy el instituto se ha transformado en un taller con las puertas abiertas. Cada departamento ofrecía el suyo. Han sido muy variados: de cocina, de lucha libre, de maquillaje, uno de fieltro, otro de fotografía, otro de fabricación de jabón, de bailes de salón. Había salidas en bicicleta y a pie. Chocolate caliente para todos, conciertos y buen ambiente. 

Me ha gustado mucho. Nosotros hemos tenido a quince chavales que se han apuntado a nuestro taller y hemos trabajado muy bien. Nos han ayudado tres de los nuestros. Como se crecen, daba gusto verlos. He estado haciendo fotos, a ver si preparo algo para entregárselo después de las vacaciones. Una especie de diploma de participación al grupo de trabajo con la foto, o algo así. 

Merecen la pena este tipo de actividades, deberían hacerse más a menudo.