Algunas reflexiones sobre las prácticas antes de despedirnos

A pesar de la aparente brevedad del período de prácticas sin duda ha sido suficientemente provechoso como para adentrarnos con profundidad en la dinámica de una Centro, y sobre todo, en la dinámica diaria que la profesión de la docencia conlleva.

Sin lugar a dudas, este último ha sido uno de los aspectos que más desatacaría y de los que más he aprendido, porque es uno de los aspectos que más he analizado. Es decir, el contacto directo y diario con los alumnos, y el vínculo que de este contacto se establece, implica un compromiso personal y emocional que trasciende todo tipo de relación profesional entre las partes. Tú no eres sólo su profesor, eres un modelo a seguir, y como tal, debe generar en ti un grado de responsabilidad intrínseca a la actividad de la docencia que va mucho más allá de los contenidos, competencias, preparación de unidades didácticas, temporalización, etc…

Constantemente durante este período he observado la importancia de los criterios, no entendidos estos como criterios de evaluación o calificación, sino tus propios criterios de comportamiento, de tu actitud al hablar, de equidad, de trato directo o lejano con el alumno dependiendo de la situación, de tu trato con el grupo como conjunto y del grupo como elemento, etc… se implican en todo este proceso de relación tantos factores que sin duda lo más relevante de las prácticas ha sido darme cuenta de su extrema complejidad y de que aquí ya no eres “simplemente tú”, sino que debes aprender a encontrar un equilibrio entre tu manera de comportarte y lo que con ello quieres transmitir al alumno, tanto a la hora de la enseñanza-aprendizaje de tu materia, como del trato directo con el alumno, que al fin y al cabo no son aspectos aislados, sino que actúan y forman parte de un fin común, que es el de educar.

Por último, también señalar la importancia de las múltiples conversaciones mantenidas con el conjunto de docentes del centro, los mayores, los jóvenes, los cansados de la docencia, los enérgicos, etc…Todas estas conversaciones, a pesar de no estar siempre de acuerdo con sus puntos de vista, e incluso con su actitud, conforman una amplía visión de la realidad educativa y de la educación tan importantes si cabe como horas y horas de clase en la universidad. Considero que ha sido muy interesante aprender de todas ellas.