ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LAS PRÁCTICAS.

Las prácticas me han servido para cerciorarme de que me gusta la docencia y han sido una experiencia muy bonita.

En general, me ha gustado mucho cómo me han tratado en el instituto, no sólo mi tutor, sino también el resto de profesores y por qué no decirlo, los alumnos.

Sin embargo, he de decir que en las sesiones de evaluación, he notado ciertos prejuicios hacia determinados alumnos, por parte de algunos profesores. Además muchos están desencantados con la docencia e incluso los hay que tienen fijación con algún alumno en concreto, a quien le ponen más trabas para aprobar.

Me he encontrado con alumnos que tenían serios problemas en sus hogares, que no mencionaré, porque me parece imprudente e innecesario hacerlo. Ante estos casos, he visto el gran interés tomado por algunos profesores, lo que me ha parecido algo normal, como seres humanos que somos. Por otro lado, he visto que algún profesor insensible ha hecho mofa de la situación de determinada alumna. Esto me parece intolerable, y no me explico cómo personas así pueden estar ejerciendo esta profesión. Tan importante o más es educar como instruir, de modo que si queremos transmitir a los adolescentes unos valores éticos, sería bueno que nosotros mismos actuásemos según esos valores que queremos transmitir.

Al margen de esas observaciones, que suponen el comportamiento de un profesor puntualmente y aisladamente y de otras críticas constructivas que podría hacer, en general me ha encantado mi instituto y estoy satisfecha con mi período de prácticas.

Sorprendentemente me ha gustado más dar clase en 1º de ESO que en 3º. Esto es por la edad de los chicos, porque en 1º me parecen aún unos niños y me da ternura trabajar con ellos.